Como nace

Nueva York sufre un crecimiento desmesurado entre los años 1821 y 1855 (prácticamente cuadruplica su población). Muchos reclamaban lugares abiertos como el «Bois de Boulogne» en París o «Hyde Park» en Londres y poco a poco la gente más influyente de la ciudad se va haciendo eco de esta necesidad. Mientras que no existió Central Park, mucha gente se desplazaba a cementerios en busca de tranquilidad con el fin de disfrutar de un ambiente más relajado que el existente en la gran urbe.

En 1853 el estado de Nueva York decide ceder 280 hectáreas (unos 2,8 km2) para la creación del parque y designar un presupuesto de 5 millones de dólares para su construcción. Sin embargo no es hasta hasta 1857 cuando el estado organiza un concurso para decidir quien se hará cargo de diseñar el nuevo parque. De este concurso saldrían como ganadores Frederick Law Olmsted y Calvert Vaux. Ellos presentaron un proyecto que recibiría el nombre de «Greensward Plan«. La importancia de la construcción de este parque iba más allá de ser un lugar de recreo, se trataba del primer parque de este tipo construido en el país, lo que afianzaba el buen desarrollo democrático de Estados Unidos. No obstante también hubieron ciertas «víctimas» para poder construir este parque ya que algunas zonas que debía ocupar se encontraban habitadas. Comunidades donde principalmente vivían afroamericanos e inmigrantes (alemanes e ingleses). Estos ciudadanos de clase trabajadora fueron expropiados según marcaban las leyes de la época y sus comunidades fueron derribadas para poder dar paso al actual Central Park.

Su apertura y desarrollo

La primera zona del parque fue abierta en el invierno del año 1858 y no se finalizaría por completo hasta el año 1873.
En este intervalo de tiempo sucedieron eventos tan importantes como la Guerra Civil Americana, sin embargo su construcción continuó pese al conflicto.

A pesar del gran esfuerzo humano y económico para la construcción del parque, en pocos años empezó a degradarse. No se realizaba un mantenimiento adecuado debido a la falta de interés por parte del partido político «Tammary Hall» pero por suerte esto cambiaría en 1934 con la llegada del nuevo Alcalde de Nueva York, Fiorello LaGuardia, que reestructuraría los departamentos encargados de la conservación del parque.

De las mayores innovaciones que introdujo la construcción de Central Park fueron la separación de calles que permitirían tanto a peatones, jinetes de caballos y vehículos de recreo circular sin molestarse los unos a los otros.

En la actualidad

Central Park se encuentra situado en Manhattan entre la calle 59 por el sur y la calle 110 por lo norte, así como la Quinta Avenida por el este y la Octava por el oeste,  y tiene una forma rectangular.  Hoy en día ocupa un espacio de 3,41 km2.

Durante varios años el parque fue gestionado por el Departamento de Parques y entretenimiento de la Ciudad de Nueva York. Actualmente es gestionado por una organización sin animo de lucro, Central Park Conservancy, mediante un contrato de colaboración con el estado de Nueva York. Esta organización supone un gran pilar en el funcionamiento del parque, no solo en la parte humana y de trabajo si no también en la parte económica ya que contribuye con el 75% del presupuesto asignado a la conservación del parque que es de 65 millones de dólares anuales.